En astrología, Mercurio es el mensajero. Representa la mente racional, el pensamiento lógico, la comunicación, el aprendizaje, la escritura, los viajes cortos, las transacciones y todas las formas de intercambio de información. Gobierna la manera en que pensamos, hablamos y comprendemos el mundo. Por lo tanto, cada vez que Mercurio entra en retrogradación (cuando parece retroceder), las áreas que rige —desde los viajes y la comunicación hasta el aprendizaje o las transacciones— tienden a volverse algo caóticas o, al menos, poco claras.
¿Qué significa un Mercurio retrógrado en la vida cotidiana?
Cuando Mercurio está retrógrado, la energía del planeta se vuelve hacia adentro. En lugar de favorecer la comunicación fluida y la toma de decisiones rápidas, se nos invita a revisar, repensar, reflexionar y rehacer. Es un tiempo ideal para revisar viejos proyectos, ajustar errores y mirar el pasado con ojos más sabios.
Sin embargo, también es frecuente experimentar:
- Malentendidos en conversaciones.
- Emails o mensajes que se pierden.
- Retrasos en viajes o problemas con transportes.
- Contratos que cambian de última hora.
- Fallos en dispositivos electrónicos.
La recomendación tradicional es evitar iniciar proyectos importantes, firmar contratos o comprar tecnología costosa durante este periodo. No porque esté “prohibido”, sino porque las condiciones suelen estar cambiantes y lo que se decide ahora podría necesitar ser revisado más adelante.
La fase de sombra: antes y después del retroceso
Otro aspecto clave es la sombra de Mercurio. No solo sentimos su influencia entre el inicio y el final oficial de la retrogradación: el planeta atraviesa una fase de sombra pre-retrógrada (cuando empieza a recorrer el grado zodiacal por el que luego retrocederá) y una fase de sombra post-retrógrada (cuando vuelve a pasar por los grados que transitó en retroceso).
Esto significa que, aunque la retrogradación dura unas tres semanas, podemos sentir sus efectos hasta dos semanas antes y después. En la práctica, se trata de un ciclo de aprendizaje más largo en el que tenemos la oportunidad de revisar con calma los temas que se resisten a avanzar.
Mercurio retrógrado 2025–2026
A continuación, las fechas clave en que Mercurio estará retrógrado durante los años 2025 y 2026, con una breve interpretación de cada tránsito:
2025 | 9 de noviembre – 29 de noviembre | ♐️ ➝ ♏️ |
2026 | 26 de febrero – 20 de marzo | ♓️ |
2026 | 29 de junio – 23 de julio | ♋️ |
2026 | 24 de octubre – 13 de noviembre | ♏️ |
2025
9 de noviembre – 29 de noviembre de 2025
Empieza en Sagitario y retrocede hasta Escorpio. En Sagitario, la atención estará en ideas grandes, creencias y planes de expansión. Puede haber confusión en temas legales, académicos o viajes largos. Cuando retrocede a Escorpio, la energía se vuelve más profunda e intensa: secretos salen a la luz y se nos pide transformar nuestra manera de comunicarnos desde lo emocional.
2026
26 de febrero – 20 de marzo de 2026 (Piscis)
Un Mercurio retrógrado completamente pisciano. Aquí, la mente racional se diluye en las aguas de la intuición. Puede ser un periodo de inspiración artística, pero también de confusiones, olvidos y distracciones. Ideal para trabajar con sueños, meditación y creatividad, pero no tanto para papeleo o detalles prácticos.
29 de junio – 23 de julio de 2026 (Cáncer)
El énfasis estará en la familia, el hogar y las emociones. La comunicación puede tornarse muy sensible y cargada de recuerdos del pasado. Es tiempo de resolver malentendidos con seres queridos, pero también de cuidar no reaccionar desde la susceptibilidad.
24 de octubre – 13 de noviembre de 2026 (Escorpio)
Una retrogradación intensa que profundiza en la psique. Secretos, investigaciones, transformaciones personales y dinámicas de poder salen a flote. No es un periodo superficial: invita a ir al fondo de los asuntos y confrontar verdades que antes se habían evitado.
Amor y relaciones durante Mercurio retrógrado

Es común que durante estas semanas aparezcan personas de nuestro pasado: antiguos amores, amistades con las que ya no hablábamos o incluso recuerdos que vuelven a ocupar nuestra mente de forma insistente. A veces alguien nos escribe de repente, nos llama o nos encontramos de manera inesperada.
Esto puede tener dos propósitos principales. Por un lado, el Universo nos invita a sanar y limpiar el aire, decir aquello que quedó pendiente o cerrar un ciclo con mayor claridad. Por otro, también puede ser una prueba, especialmente si se trata de una expareja. En ese caso, conviene recordar que Mercurio retrógrado no es el mejor momento para retomar una relación amorosa. Las emociones pueden estar teñidas de nostalgia y confusión, y lo que parece un nuevo comienzo podría no sostenerse una vez que Mercurio avance directo.
Lo más sabio durante este tránsito es escuchar, reflexionar y, si es necesario, despedirse con amor. La retrogradación nos enseña a soltar lo que ya no nos pertenece y a reconocer qué vínculos merecen florecer en la siguiente etapa.
Cómo aprovechar Mercurio retrógrado
Aunque suele tener mala fama, Mercurio retrógrado no es un enemigo, sino un maestro. Sus ciclos nos recuerdan que no siempre se trata de avanzar sin pausa, sino de detenernos, mirar atrás y corregir el rumbo. Algunas recomendaciones para aprovecharlo:
- Revisar proyectos y corregir errores pasados.
- Reconectar con personas o ideas antiguas.
- Practicar la paciencia en viajes y trámites.
- Hacer copias de seguridad de documentos importantes.
- Meditar, escribir un diario o llevar registro de sueños.
En resumen, más que temerle a Mercurio retrógrado, conviene aprender a fluir con él. Su energía nos recuerda que en la vida también existen los ciclos de revisión, introspección y pausa.
Lo que nos enseña cada retrogradación
Mercurio retrógrado es un fenómeno que combina lo astronómico con lo astrológico: una ilusión óptica en el cielo que refleja, en el plano simbólico, la necesidad de reflexionar, reorganizar y reconectar. Al comprender lo que significa y las fechas en que ocurre, podemos prepararnos para vivirlo con más consciencia y menos miedo.
En 2025 y 2026 tendremos varias oportunidades de sumergirnos en este aprendizaje: desde explorar la profundidad escorpiana hasta dejarnos guiar por la intuición pisciana o la sensibilidad canceriana. Cada ciclo es único, pero todos nos invitan a la misma lección: detenernos, escuchar y redescubrir la forma en que pensamos y nos comunicamos.
Porque, al final, cuando Mercurio parece retroceder, lo que realmente nos regala es un momento para mirar hacia adentro y avanzar con mayor claridad después.